Resulta curioso. Nosotros, los seres humanos, solemos auto-clasificarnos en una categoría superior a la del resto de los animales.
Hemos creado poderosos argumentos teológicos para avalar nuestra superioridad. Así de vanidosa es nuestra especie.
Sin embargo… somos monos… o algo extremadamente similar. Compartimos al menos el 95% de nuestro ADN con el chimpancé común (Pan troglodytes).
¿Qué más claro que la comparación de ADN? Somos 95% monos y 5% “otra cosa”. Pero ese 5% de diferencia ¿Nos hace realmente superiores?
Lo dudo… Somos una especie joven e ingenua, unos infantes altaneros que caminan erguidos presumiedo su inteligencia. Podremos ser inteligentes, pero apenas comprendemos el alcance de nuestras acciones en el mundo.
Hemos hecho cosas hermosas y hemos hecho cosas terribles. El arte es intrínsecamente humano, la guerra es intrínsecamente humana.
Como hoy no ando positivista, estoy tentado a decir que ese 5% de nuestro ADN nos va a condenar al auto-exterminio. ¡Dios nos ayude! …¿Dios?